miércoles, 11 de junio de 2008

En busca de la verdad


Cuentan que un buscador de la verdad salió en cierta ocación a los caminos del mundo. Y allí pregunto a sus hermanos: Decidme: ¿en dónde está la verdad?

Busca en la filosofía - respondieron los filósofos.

La verdad está en el servicio - dijeron los políticos.

Entra a la catedral -leaconsejaron los cléigos.

La verdad es la sabiduría - respondieron los sabios.

Renuncia a todo - propusieron los ascentas.

Contempla la creación - proclamaron los místicos.

Acata y cumple las leyes - sañalaron los gobernantes.
Conósete a ti mismo - cantaron los esotéricos.

La verdad está en los números - anubnciaron los cabalistas.

Vive los placeres - acosejaron los epicúreos.

Ùnete a nosotros - le gritaron los revolucionarios.

La verdad es un mito - clamaron los existencialistas

Confundido el buscador se dejó caer sobre el polvo del camino, mientras la multitud se alejaba cantando y reinvindicando "su" verdad.

En eso, acertó a pasar junto a el hombre un benerable anciano que portaba un refulgente diamante.
-¿Quién eres? -pregunto el derrotado buscador de la verdad
Y el anciano mostrandole el diamante, respondió:
-Soy el guardián de la verdad

- ¿La verdad? ¿Es que existe?
El anciado sonrrió, y apoxiamndo la gema al rostro del buscador respondió:
-La verdad, como este tesoro, tiene mil caras. A cada uno le corresponde avriguar cuál es la que le toca.
J.J Benítez

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